Estos primeros días del mes son los del reencuentro. A pesar de estar ya metidos en el mes de septiembre, sigue habiendo hortelanos que se reincorporan a la actividad del huerto tras las vacaciones y nos entretenemos en intercambiar impresiones. Este domingo la jornada empezó muy temprano. Hubo tres personas que llegaron al huerto a las 8 de la mañana, las demás se fueron incorporando poco a poco, y en general se ha hecho un poco de todo: regar, limpiar matorrales del bosque comestible, arreglar averías del riego, colocar un riego nuevo en la zona del talud, hacer una mesa nueva de trabajo, atender nuevas visitas, recolectar y charlar...
Para ilustrar la entrada de hoy dejamos un par de imágenes de las peculiares y poco conocidas cebollas caminantes que hay en uno de los bancales del huerto viejo.
Las cebollas caminantes (Allium proliferum) son muy parecidas a las cebollas comunes (Allium cepa) con la diferencia de que tienen un racimo de pequeños bulbos donde una cebolla común tiene flores.
Estos pequeños bulbos germinan y empiezan a crecer cuando todavía están en el tallo de la planta, que acaba doblándose por su propio peso y es cuando el nuevo brote arraiga a poca distancia de la planta madre. Como su propio nombre binomial indica son muy prolíficas, y si se las deja reproducir libremente van formando una especie de hilera, muy pegadas unas a otras, dando la impresión de que estuviesen marchando o caminando. Aunque en nuestro caso no parece que vayan a llegar muy lejos.
También se las conoce por los nombres de cebollas aéreas, cebollas de árbol y cebollas egipcias.
Cebolla caminante con dos brotes pequeños |
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